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Líderes mundiales excluyen la acción climática de una cumbre clave


350.org expresa su decepción por la falta de liderazgo, urgencia y ambición climática por parte de los líderes mundiales

Al cierre de la 50ª cumbre de líderes del G7 en Canadá hoy, 350.org expresa su decepción por la falta de liderazgo, urgencia y ambición climática por parte de los líderes mundiales.

El G7 está compuesto por los países más ricos del mundo y debería ser el primero y el más rápido en eliminar gradualmente los combustibles fósiles y hacer la transición a las energías renovables, lo que se traducirá en mayor prosperidad, un aire más limpio y una energía más económica y fiable. En esta década crucial, los líderes mundiales del G7 deben aumentar significativamente su ambición para evitar una catástrofe climática.

La cumbre de líderes de este año se celebró en un contexto de devastadores incendios forestales en Canadá y un año de impactos climáticos cada vez más severos a nivel mundial debido al cambio climático. Las prioridades para la cumbre, establecidas por el primer ministro canadiense, Mark Carney, dieron como resultado una declaración sobre la respuesta a los incendios forestales y un plan crítico para los minerales. Sin embargo, ninguna de las declaraciones incluyó mención alguna al cambio climático, y mucho menos a una reforma política ambiciosa para abordar la crisis climática.

Los líderes del G7 perdieron una oportunidad crucial para liderar la lucha contra el cambio climático y oponerse a los intereses de los combustibles fósiles y a la administración Trump. El G7 incluye a los países más contaminantes y a algunos de los mayores exportadores de combustibles fósiles: Canadá y Estados Unidos. Estas naciones tienen la responsabilidad histórica de contribuir con 1,3 billones de dólares anuales a la financiación climática, en apoyo no generador de deuda, para las naciones del Sur Global.

El G7 debe aprovechar la oportunidad para reforzar sus compromisos climáticos antes de la COP30 en Brasil. Garantizar una reunión ministerial dedicada a la energía y el medio ambiente es esencial, no opcional, para impulsar un progreso climático real. Sin ella, el G7 corre el riesgo de llegar a la COP30 con las manos vacías y sin estar a la altura de la urgencia que exige la crisis climática.

Amara Possian, líder del equipo de Canadá, 350.org:

Como uno de los países más ricos y contaminantes del mundo, Canadá tiene la responsabilidad de liderar la justicia climática, y el Primer Ministro Carney debería aprovechar la presidencia del G7 para elevar el nivel. Para contribuir con la parte que nos corresponde, Canadá debe triplicar la financiación climática mediante subvenciones, cancelar la deuda del Sur Global, hacer pagar a quienes contaminan y a los multimillonarios, y eliminar las normas comerciales que obstaculizan la acción climática. Esta es una prueba decisiva del compromiso de Canadá con la seguridad y la prosperidad a largo plazo.

Nicolò Wojewoda, director regional de Europa, 350.org

Los líderes europeos llegaron al G7 con planes para construir más energía nuclear y expandir el gas fósil, impulsando el GNL no para resolver la crisis climática, sino para ganar puntos en las relaciones comerciales con Trump. Europa reivindica su liderazgo climático, pero respaldar una mayor infraestructura de gas en un año de calor récord y condiciones climáticas extremas es una imprudencia. Esta cumbre debería centrarse en cómo eliminar gradualmente los combustibles fósiles y triplicar la capacidad de energía renovable para 2030, no en la hipocresía climática.

JL Andrepont, analista senior de políticas de EE. UU., 350.org

Estados Unidos abandonó la mesa diplomática una vez más. La salida anticipada del presidente Trump de la Cumbre del G7 en Canadá forma parte de un esfuerzo continuo por eliminar nuestro liderazgo y nuestros compromisos del escenario mundial. No podemos avanzar con la suficiente rapidez en la necesaria transición energética limpia y justa con un gobierno estadounidense hostil al concepto mismo de la crisis climática y a las herramientas disponibles para combatirla: energía eólica y solar de bajo costo, obtenidas e implementadas con justicia. El resto del planeta debe dar un paso al frente en nuestra ausencia para continuar la lucha por poner fin a la era de los combustibles fósiles. Desafortunadamente, los líderes del G7 siguieron los pasos de Trump y finalizaron la reunión fingiendo que el cambio climático no existe. Nuestra gente y nuestro planeta merecen algo mejor.

Ilan Zugman, director Regional para América Latina y el Caribe, 350.org

Brasil usa la excusa de que los países ricos no han hecho su parte para justificar la expansión de los combustibles fósiles, y ese es un camino totalmente equivocado. Pero seamos honestos: los países ricos le han facilitado a Brasil recurrir a ese argumento al no cumplir con la financiación climática y al seguir expandiendo su propia producción de combustibles fósiles. El G7 tiene ahora una oportunidad crucial para demostrar que no es así: para demostrar verdadera valentía y voluntad política. Al intensificar las acciones climáticas audaces y asumir compromisos financieros serios, pueden enviar un mensaje claro: la transición energética justa es posible.

Masayoshi Iyoda, activista japonés, 350.org

Japón debe dejar de intentar expandir sus inversiones en gas fósil, que destruyen ecosistemas, ponen en peligro a las comunidades y aumentan la carga de la deuda de los países en desarrollo de Asia. Japón no debe comprar más gas a Estados Unidos como parte de un acuerdo comercial: si queremos sobrevivir, nuestro futuro libre de combustibles fósiles no es negociable. En cambio, instamos al primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, a que demuestre a los demás líderes del G7 que las economías fuertes y resilientes deben impulsarse con energías renovables. Instamos al gobierno a que responda a las necesidades de las generaciones futuras, no a las ganancias a corto plazo de las empresas de combustibles fósiles.

Fotografía: Cortesía de 350.org