En Latinoamérica, solo el 38 % de las empresas dicen tener un plan establecido para gestionar los riesgos climáticos
EY, firma líder en servicios profesionales de auditoría, impuestos, consultoría, estrategia y transacciones, presenta los principales hallazgos de la última edición del EY Climate Action Barometer, el cual analiza el estado de las divulgaciones climáticas y las acciones de transición en las principales economías y sectores del mundo.
El informe expone que, a pesar de ciertos avances en la divulgación de información, las empresas deben adoptar medidas más urgentes en materia climática. En este sentido, solo el 38 % de las empresas en la región de Latinoamérica han establecido un plan de transición para enfrentar el cambio climático, quedando significativamente rezagadas frente a otras regiones como Europa y Asia-Pacífico.
Según el informe que analizó a 1,400 empresas de 51 países y 13 sectores industriales, el progreso en Latinoamérica refleja desafíos estructurales y operativos que limitan su capacidad de acción climática. Aunque la calidad promedio de las divulgaciones climáticas en la región ha mejorado significativamente, con un aumento del 15 % de 2022 a 2024, que los coloca en 56 % de efectividad de divulgaciones climáticas, estos avances son insuficientes para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y la meta de cero emisiones netas para 2050.
“Las empresas latinoamericanas están en una encrucijada: avanzar hacia una economía baja en carbono o enfrentar mayores riesgos regulatorios, económicos y sociales en el futuro. El cambio climático más allá de ser un desafío ambiental, representa una oportunidad para transformar modelos de negocio y asegurar la resiliencia”, afirma Ruth Guevara, socia líder de Servicios de Cambio Climático y Sostenibilidad para EY Latinoamérica.
Sectores clave: retos y avances moderados
La transición climática varía según los sectores. Algunos de los más críticos en Latinoamérica destacan por los siguientes desafíos y avances:
- Energía: aunque lidera con un 43 % de empresas que reporta planes de transición, solo un 30 % de ellas incluye inversiones claras de capital (CapEx), mientras un 9 % reporta gastos operativos destinados a la transición (OpEx).
- Minería: este sector, presionado globalmente por su impacto ambiental, muestra un avance modesto con un aumento del 7 % en la calidad de sus divulgaciones, alcanzando un 58 % de efectividad en 2024. Sin embargo, las acciones concretas siguen siendo limitadas.
- Retail y consumo: el 55 % de las iniciativas de descarbonización se concentra en emisiones de alcance 2, mientras que solo el 18 % aborda emisiones de alcance 3, las más críticas para reducir el impacto ambiental.
Una desconexión preocupante con las finanzas
El informe subraya una débil relación entre los riesgos climáticos y las decisiones financieras en la región. Solo el 26% de las empresas latinoamericanas incorpora riesgos climáticos en sus estados financieros, muy por debajo del promedio global del 36%. Este desfase dificulta la integración del cambio climático en la estrategia corporativa, una herramienta clave para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Barreras para la acción climática
Entre los factores que limitan el progreso de las empresas destacan:
- Presión y rentabilidad: muchas organizaciones priorizan la rentabilidad inmediata frente a inversiones en tecnologías sostenibles, cuyos beneficios son a largo plazo.
- Falta de incentivos: la ausencia de políticas públicas claras e incentivos dificulta la adopción de más iniciativas climáticas.
- Competencias limitadas: existe una carencia significativa de habilidades y conocimientos especializados en sostenibilidad e ESG en los equipos directivos.
Recomendaciones para las empresas
Entre las principales recomendaciones que EY ofrece a las empresas de la región se encuentran:
- Desarrollar planes de transición climática robustos, con metas específicas de reducción de emisiones a corto, mediano y largo plazo, validadas por estándares como Science-Based Targets.
- Ampliar el enfoque hacia las emisiones de alcance 3, involucrando a socios, proveedores y consumidores en iniciativas sostenibles.
- Mejorar la integración del cambio climático en los estados financieros, conectando los análisis de riesgos con las proyecciones de impacto económico y alineándose con estándares internacionales como IFRS S2.
Finalmente, el informe realizado por EY señala que cada grado adicional de calentamiento global podría costar hasta un 12 % del PIB mundial. En América Latina, los recientes avances en divulgaciones climáticas reflejan potencial, pero aún queda un largo camino por recorrer.
“El cambio climático no espera. Las empresas tienen la responsabilidad de liderar el camino hacia un futuro sostenible. Aquellas que actúen hoy protegerán el medio ambiente, su competitividad y su resiliencia a largo plazo”, concluyó Ruth Guevara.
Fotografía: Cortesía de EY Latinoamérica