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Posicionamiento Ciudadano sobre Playa Marlín


Las Ciudadanas y ciudadanos de Cancún,
así como las organizaciones firmantes, preocupados por la progresiva pérdida del acceso público al mar y comprometidos con la defensa de nuestros bienes comunes, manifestamos nuestro rechazo firme ante la intención de venderlos terrenos colindantes a Playa Marlín, una de las últimas playas públicas con acceso libre, digno y equitativo en el municipio.

Esta medida no solo pone en riesgo el acceso colectivo a un espacio natural estratégico, sino que vulnera principios constitucionales, ignora tendencias urbanas globales y amenaza directamente nuestra identidad territorial, bienestar emocional, derecho a decidir sobre nuestro entorno y derecho a un medio ambiente sano.

1. Playa Marlín como espacio de identidad y vida comunitaria

Playa Marlín no es un activo comercial: es un espacio de identidad colectiva. Forma parte esencial de la vida cancunense: es el escenario de convivencias familiares, aprendizajes intergeneracionales, encuentros ciudadanos y memorias compartidas. El proyecto de venta, abre la ventana a la privatización de este espacio e implica fracturar el tejido social y borrar un símbolo vivo del sentido de pertenencia local como cancunenses.

Cancún, ciudad costera por excelencia, no puede permitirse seguir perdiendo su vínculo con el mar. El espacio costero no puede reservarse para turistas o intereses privados; pertenece también a quienes aquí vivimos, trabajamos y construimos esta comunidad.

2. Reducir el espacio público va contra las tendencias globales

En todo el mundo, las ciudades están recuperando, ampliando y fortaleciendo sus espacios públicos como estrategia para mejorar la salud, la justicia social y la resiliencia urbana. Modelos como la “ciudad de 15minutos” o la planificación basada en infraestructura verde-azul, impulsan entornos donde los espacios comunes son la base de la equidad y el bienestar colectivo.

Frente a eso, la reducción del espacio público va en contra de estas tendencias y representa una decisión regresiva, injustificable y socialmente costosa. En una ciudad marcada por profundas desigualdades, defender el espacio público es defender la dignidad y la igualdad.

3.Salud mental, paz social y cohesión comunitaria

Numerosos estudios confirman que el contacto habitual con playas, zonas verdes y cuerpos de agua reduce significativamente el estrés, la ansiedad y la depresión. Los espacios públicos abiertos generan sentido de seguridad, pertenencia, inclusión y convivencia pacífica. Por el contrario, su pérdida agrava la exclusión, rompe el tejido comunitario y genera tensiones sociales.

Preservar Playa Marlín como espacio de acceso público es también una medida de salud mental, de prevención comunitaria y de construcción de paz social.

4. El caso de Playa Delfines: una advertencia viva

En 2005, la ciudadanía de Cancún presenció cómo se vendieron cinco hectáreas colindantes a Playa Delfines. El acceso público se redujo dramáticamente. Las rejas, el cemento y las grúas tomaron el espacio que antes era playa libre. La indignación fue generalizada. Ese hecho quedó grabado en la memoria colectiva y simboliza la amenaza constante a nuestros bienes comunes. Hoy, no estamos dispuestos a perder otra playa. Ni a quedarnos callados mientras se repite la historia.

5. El acceso a los servicios ambientales es la vía para ejercer el derecho a un medio ambiente sano

El derecho humano a un medio ambiente sano —reconocido en el artículo 4º de la Constitución y en múltiples tratados internacionales— no se cumple solo con conservar ecosistemas a la distancia. Se ejerce cuando las personas pueden beneficiarse, disfrutar y relacionarse libremente con los servicios ambientales que estos ecosistemas proporcionan.

Las playas como Playa Marlín ofrecen servicios ecosistémicos esenciales: regulación climática, amortiguamiento frente a tormentas, filtración de agua, belleza paisajística, recreación, salud emocional, identidad cultural y educación ambiental. Cuando se impide el acceso a estos espacios, se niega el derecho a gozar de estos beneficios. Por tanto, defender el acceso libre y público a Playa Marlín es defender la vía material por la cual ejercemos nuestro derecho ambiental más básico.

6. Obligación jurídica del Estado: Escazú y participación ciudadana

México forma parte del Acuerdo de Escazú, un tratado internacional vinculante que ha sido firmado y ratificado por el Estado Mexicano, y que obliga a los Estados a:

●Garantizar acceso a la información ambiental de manera oportuna y transparente.

●Promover la participación ciudadana efectiva y significativa en decisiones que afecten el ambiente.

●Asegurar el acceso a la justicia ambiental y proteger el interés colectivo.

Hasta hoy, no se ha difundido públicamente el contrato de concesión ni se ha convocado a foros ciudadanos deliberativos. Esta omisión contraviene tanto el Acuerdo de Escazú como los principios constitucionales de legalidad, transparencia y progresividad.

7. Exigencias ciudadanas

Por todo lo anterior, las y los ciudadanos de Cancún exigimos al H. Ayuntamiento de Benito Juárez:

  1. Transparencia total de cualquier contrato de concesión, préstamo, cesión, comodato o venta: publicación íntegra, plazos, cláusulas, contraprestaciones y términos de reversión.
  2. Extinción inmediata de cualquier concesión o permiso vigente que impida el uso público pleno del predio.
  3. Suspensión del procedimiento de venta o cesión de la playa y predios públicos.
  4. Habilitación del predio colindante a Playa Marlín como espacio público, seguro, accesible y digno para todas las personas.
  5. Consulta ciudadana amplia, previa, libre e informada, conforme al Acuerdo de Escazú.
  6. Inventario público y actualizado de los bienes costeros del municipio, con garantía de libre acceso ciudadano.

Nuestra decisión es firme: Playa Marlín no está en venta

Los cancunenses no olvidamos. Ya lo vivimos en Playa Delfines. No vamos a perder una playa más.
No permitiremos que el acceso al mar se siga reduciendo hasta desaparecer detrás de bardas, hoteles y contratos privados.

La playa es nuestro derecho.

El espacio público es nuestra identidad.

El acceso a los servicios ambientales es el medio para ejercer el derecho al medioambiente sano.

La participación ciudadana es nuestra obligación y nuestra fuerza.

Atentamente,

Ciudadanas y ciudadanos de Cancún y Organizaciones de la sociedad civil y colectivos firmantes

-Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C.

-Ciudadan@s por la Transparencia 

-Grupo Gema del Mayab AC

-Centro Ukana I Akumal, A.C.

-Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano, A.C.

-Conservación Investigación yManejo Ambiental de Cozumel AC. (CIMAC)

-Selvame MX

-Centinelas del Agua AC

-Iniciativa para la Conservación de Ecosistemas de la Península de Yucatán (ICEPY) 

-Green Development Network

-Jóvenes por los ODS México, A.C.

-Casa Wayuu A.C.

-Flora, Fauna y Cultura de México A.C.

-Ch’ooj Ajauil A.C.

-Raúl Gabriel Bener Keli

-Greenpeace México

-Proyecto Migala Quintana Roo

-Red de Comités Vecinales

-Grupo Tortuguero del Caribe

-Moce Yax Cuxtal A.C.

-Ocean Solutions México

-Semillas Fuertes. ¨Mu’uk’a´ani’inaj

-Comité de Vecinos de la SM 15

-Ocean World of Sound

-The Stills Lifestyle Agency

-Mujer Libre Mx Fuerza de IxchelA.C. (MULI)

-SOS Cenotes

Fotografía: Cortesía del Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C.