Cómo la herramienta de cuantificación de GEI ayuda a las PyMEs a cumplir con las normas
En un entorno global donde las regulaciones ambientales avanzan con rapidez y los mercados exigen mayor transparencia climática, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) enfrentan el desafío de integrar criterios de sostenibilidad a su operación sin sacrificar competitividad. Una de las acciones clave en este camino es el cálculo de la huella de carbono, práctica que no solo permite conocer el impacto ambiental de una organización, sino que se convierte en un primer paso para reducirlo de manera estratégica.
En México, el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera y de Sostenibilidad (CINIF) ha dado un paso relevante al emitir en 2024 las primeras Normas de Información de Sostenibilidad (NIS), incluyendo aquellas orientadas específicamente a la medición de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Estas normas, pensadas para el contexto nacional, han sido diseñadas para que tanto grandes empresas como PyMEs puedan reportar sus impactos de forma clara, comparable y alineada con buenas prácticas internacionales.
La huella de carbono: más que una cifra
Medir la huella de carbono implica cuantificar las emisiones de GEI generadas por una organización a lo largo de sus procesos, considerando tanto fuentes directas como indirectas. Este cálculo se basa en categorías establecidas a nivel internacional, conocidas como alcances:
• Alcance 1: emisiones directas que se producen a partir de fuentes que son controladas por la entidad, por combustión de combustibles fósiles o procesos industriales.
• Alcance 2: emisiones indirectas derivadas del consumo de electricidad, calor/enfriamiento o vapor, adquiridos y consumidos por una entidad.
Para muchas PyMEs, este lenguaje puede sonar complejo, lejano o incluso inaccesible. Sin embargo, cada vez es más común que cadenas de suministro, inversionistas o convocatorias públicas exijan esta información como parte del cumplimiento regulatorio o de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).
Una herramienta pensada para facilitar el cumplimiento
Con el objetivo de hacer más accesible la medición de emisiones, el CINIF desarrolló la herramienta de cuantificación de GEI para alcances 1 y 2, que permite a las empresas calcular su huella de carbono conforme a las NIS. Esta solución responde a una necesidad urgente: reducir la complejidad técnica que tradicionalmente ha limitado la participación de las PyMEs en la transición hacia modelos más sostenibles.
La herramienta de cuantificación de GEI fue diseñada bajo tres principios fundamentales:
- Simplicidad: la interfaz ha sido diseñada para ser intuitiva y accesible, incluso para para usuarios que no tienen experiencia previa en el cálculo de emisiones de GEI. Con guías paso a paso, permite capturar información de consumo energético, uso de combustibles, compras y transporte.
- Alineación normativa: se encuentra completamente armonizada con los Indicadores Básicos de Sostenibilidad (IBSO) A.1 Emisiones de GEI de alcance 1, A.2 Emisiones de GEI de alcance 2 y A.4 Consumo de energía, de las NIS, por lo que el resultado que genera puede ser utilizado como respuesta para estos indicadores de las NIS.
- Escalabilidad: funciona tanto para empresas con operaciones básicas, como para aquellas que buscan iniciar su camino hacia el cumplimiento con regulaciones más exigentes.
Beneficios tangibles para las PYMES
Calcular la huella de carbono no debe verse únicamente como un requerimiento normativo. Al conocer sus emisiones de GEI, las PyMEs obtienen una visión más clara de sus consumos, identifican áreas de mejora energética y pueden generar eficiencias operativas. Por ejemplo:
• Una empresa manufacturera puede descubrir que sus emisiones más significativas provienen del transporte de insumos, y optar por proveedores locales.
• Una oficina de servicios puede identificar que el mayor impacto está en el consumo eléctrico y emprender un programa de eficiencia o migrar a fuentes renovables.
• Un restaurante puede registrar mejoras al rediseñar su cadena de frío o reducir el uso de envases de un solo uso.
Además, contar con esta información incrementa la capacidad de las empresas para participar en licitaciones, acceder a financiamiento verde, cumplir con auditorías de clientes o simplemente fortalecer su reputación frente a consumidores conscientes.
Camino hacia una cultura de sostenibilidad
La integración de herramientas como la herramienta de cuantificación de GEI marca un punto de inflexión: permite que las PyMEs no solo conozcan su impacto ambiental, sino que también puedan demostrar un compromiso serio con la transición energética y climática del país. En un contexto donde el cumplimiento con estándares de sostenibilidad es cada vez más parte del lenguaje común de negocios, estas acciones tempranas representan una ventaja competitiva.
México ha comenzado a construir su propio andamiaje normativo en materia de sostenibilidad, y el involucramiento del sector privado, especialmente de las PyMEs, será clave para consolidarlo. Acceder a soluciones como esta herramienta facilita el cumplimiento regulatorio y democratiza la transparencia en sostenibilidad, permitiendo que más empresas, sin importar su tamaño, formen parte de la transformación. El primer paso para reducir tu impacto es conocerlo. Y hoy, calcular la huella de carbono está más al alcance que nunca.
Fotografía: Cortesía Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera y de Sostenibilidad, A.C. (CINIF)