Crear un gemelo virtual para el modelado urbano es una forma de allanar el camino hacia las ciudades inteligentes en todo el mundo.
Shoshana Kranish*
Las zonas urbanas han experimentado una evolución radical en los últimos 50 años. Redes de CCTV (circuito cerrado de televisión), reconocimiento facial, semáforos inteligentes y sistemas de pago sin contacto ya forman parte del paisaje urbano, todo en nombre de la eficiencia y la agilidad ante vidas cada vez más dinámicas.
Sin embargo, la próxima gran revolución en urbanismo exige herramientas más sofisticadas. Surge así el gemelo virtual: una réplica digital de ciudades —calles, edificios, transporte, sensores ambientales— sustentada por datos en tiempo real. Este modelo no solo refleja la realidad actual, sino que permite simular escenarios futuros y planificar políticas públicas informadas.
Construir un gemelo virtual requiere integrar grandes volúmenes de información. Se recurre a tecnologías como LiDAR, IoT, BIM y sistemas geoespaciales (GIS), procesados con ayuda de inteligencia artificial para identificar patrones y áreas de oportunidad. Dassault Systèmes, a través de su plataforma 3DEXPERIENCE, facilita este proceso tanto a nivel técnico como estratégico, ofreciendo también modelos “como servicio” para acelerar su adopción.
Con dicha plataforma es posible identificar soluciones para cualquier desafío interconectado que pueda enfrentar una ciudad. En temas como la seguridad pública, la contaminación acústica, el transporte público, la infraestructura física, el flujo de tráfico, el uso de la energía y la gestión de recursos, casi nunca es necesaria la participación de una sola parte. Al reunir a personas de todas las agencias y departamentos de una ciudad a través de una plataforma unificada, es posible innovar y avanzar juntos.
Los gemelos virtuales ya están transformando ciudades reales. En Meudon, Francia —25,000 habitantes— se modelaron plazas públicas para comprender el efecto del calor urbano. Simulaciones de sombras y viento guían decisiones como plantar árboles o reformar fachadas, reduciendo las “islas de calor” y mejorando la calidad de vida.
En México, aunque aún incipiente, este enfoque puede aplicarse en proyectos de movilidad, gestión de agua, planeación de infraestructura y mitigación de riesgos climáticos.
Otra aplicación clave es la movilidad urbana. Cuando se planea extender una línea de tren o rediseñar una vialidad, los gemelos virtuales permiten que ingenieros, arquitectos e incluso ciudadanos visualicen el impacto sobre el entorno, reduciendo costos y fricciones. Asimismo, sirven para simular políticas ambientales, como reducción de emisiones, calidad del aire o respuesta a desastres naturales.
En un país como México, que enfrenta retos como densidad urbana, cambio climático y sistemas de transporte saturados, el gemelo virtual ofrece una hoja de ruta hacia ciudades más sostenibles, resilientes e inclusivas. Gracias a la conjunción de talento, datos y simulaciones inteligentes, este recurso abre la posibilidad de diseñar entornos urbanos que no solo respondan al presente, sino que también visualicen y garanticen un futuro mejor para sus habitantes.
Fotografía: Cortesía Dassault Systèmes
*Gerente Senior de Comunicaciones de Publicaciones Corporativas en Dassault Systèmes.