Olga Moreno, profesora del Máster en Project Management de EAE Business School, brinda cinco consejos prácticos para saber reaccionar a los imprevistos del mundo empresarial sin perder el control
América Latina se ha convertido en una fuerza emprendedora. Cada vez más personas optan por lanzarse al emprendimiento, aun cuando el pronóstico frente a la sostenibilidad de estas nuevas empresas no sea positivo para todas. Desde el miedo al fracaso hasta la falta de planeación, los desafíos para mantenerse en el tiempo y sacar a flote estas nuevas empresas son los grandes desafíos.
Y aunque en teoría se pueda organizar todo meticulosamente para que los proyectos funcionen a la perfección, el verdadero secreto está en la capacidad de adaptarse y modificar decisiones en la marcha. Así lo explica Olga Moreno, profesora de EAE Business School, perteneciente a la red de educación superior Planeta Formación y Universidades.
“Si bien una planificación rigurosa es clave, la realidad dicta que ningún plan resiste el contacto con la ejecución sin ajustes”, detalla el experto. “La solución es implementar una gestión híbrida que combine la solidez del control financiero con la agilidad necesaria para adaptarse a cambios sin comprometer la rentabilidad”.
Cinco consejos para gestionar proyectos con éxito
La precisión en el monitoreo de gastos, el uso de herramientas tecnológicas, la comunicación y la capacidad de tomar decisiones rápidamente son algunas de las estrategias que todo empresario debe tener a la mano para llevar a buen puerto su proyecto. Aquí, la experta de EAE Business School enumera cinco imprescindibles:
- Presupuesto basado en valor: No se trata solo de cuánto se gasta sino de cuánto valor genera cada centavo invertido. En metodologías ágiles, el budgeting incremental permite asignar recursos en función de las iteraciones más rentables. En enfoques tradicionales, herramientas como el Cost Breakdown Structure (CBS) ayudan a desglosar cada costo en detalle. El equilibrio entre control y adaptabilidad permite ajustar prioridades sin perder la estabilidad financiera.
- Monitoreo financiero en tiempo real: Es clave saber cuánto se ha gastado hasta el momento. El éxito en la gestión del presupuesto no radica solo en la planificación inicial, sino en la capacidad de tomar decisiones informadas en todo momento. Para ello, es imprescindible contar con herramientas que permitan un monitoreo dinámico de los costos. Soluciones como Power BI, Jira Cost Tracker o Microsoft Project permiten visualizar desviaciones en tiempo real y ajustar recursos sin afectar el rendimiento del proyecto. Además, la combinación de técnicas como el Earned Value Management (EVM) con el análisis de burn rate ayuda a detectar tendencias de gasto antes de que se conviertan en problemas.
- Control de cambios y riesgos financieros: Un proyecto sin cambios es una utopía. Un enfoque híbrido permite equilibrar la planificación rigurosa con la flexibilidad necesaria para gestionar cambios sin perder el control del presupuesto. La clave está en establecer un proceso de validación de cambios basado en dos principios:
● Evaluación del impacto financiero: Antes de aprobar cualquier modificación, se debe calcular su efecto en costos y rentabilidad.
● Priorización de valor: No se trata de eliminar cambios, sino de asegurar que cada euro adicional invertido aporte un retorno tangible.
Esto permite tomar decisiones basadas en datos, evitando gastos innecesarios y asegurando que los ajustes generen un beneficio real.
- Comunicación constante con stakeholders: El presupuesto de un proyecto no es un número aislado, sino un reflejo de expectativas y compromisos. Asegurar una comunicación fluida con todas las partes interesadas es esencial para evitar malentendidos y justificar decisiones financieras.
Un enfoque híbrido fomenta la transparencia a través de reportes financieros periódicos, reuniones de seguimiento y herramientas colaborativas. La clave es integrar la gestión presupuestaria en la dinámica del proyecto, facilitando ajustes rápidos sin fricciones innecesarias.
- Evaluación constante de la rentabilidad: ¿El ROI del proyecto sigue siendo positivo? Implementar KPIs financieros como el payback period, la tasa interna de retorno (TIR) y el valor actual neto (VAN) permite evaluar si el presupuesto asignado sigue alineado con los objetivos estratégicos. Si los indicadores muestran desviaciones, el enfoque híbrido facilita la redistribución de recursos sin comprometer la viabilidad del proyecto.
Navegar por mares agitados y salir a flote
Las tensiones políticas, el lento crecimiento pronosticado para la región en 2025 y los constantes cambios del mercado están siendo protagonistas este año; los márgenes de error se reducen y la presión por entregar valor es cada vez mayor. Ahí es cuando las organizaciones que logren combinar control financiero con agilidad operativa estarán un paso adelante. Adoptar un enfoque híbrido ya no es solo una buena práctica: es una necesidad estratégica para cualquier líder de proyecto que quiera entregar resultados sostenibles.
“Todo está en el balance”, concluye el experto. “Mantener el control del presupuesto en un proyecto es como dirigir un barco en aguas turbulentas: se requiere precisión, estrategia y capacidad de adaptación”.
Fotografía: Cortesía de EAE Business School