Según la Conapesca México está en tercer lugar en producción de pulpo a nivel mundial. A su vez, la evidencia científica y empírica en otros países, como España, indica que la producción de pulpo bajo un formato de granja es incompatible con las necesidades de la especie, al ser animales inteligentes, curiosos, carnívoros y solitarios
En Sisal, Yucatán, está ubicada la primera granja de pulpos de México, de la especie pulpo maya, que ha sido promocionada ampliamente como una industria innovadora para la región y el país. Pero más allá de ser un avance innovador, significa un retroceso para la evidencia científica que se ha encontrado respecto a los pulpos, pues la granja reporta una tasa de mortalidad del 52 %, de las cuales alrededor del 30 % están relacionadas con el canibalismo.
Esta granja pertenece a la unidad Sisal de la UNAM, que recibió una subvención para la conservación de la biodiversidad del pulpo, y creó un convenio con familias locales para establecer “Moluscos del Mayab”, la rama comercial de la granja, la cual pretende comercializar pulpo baby.
“En su hábitat natural, los pulpos son animales solitarios, carnívoros y territoriales. Mantenerlos en cautiverio en granjas, donde no pueden cazar y deben compartir un espacio reducido y estéril, contradice sus necesidades biológicas básicas. En México, estudios sobre el pulpo maya han revelado que hasta un tercio de las muertes de esta especie en explotaciones intensivas se deben al canibalismo, lo que demuestra que este tipo de iniciativas resulta inviable tanto para la conservación como para el bienestar de la especie”, afirmó Catalina López, directora de la Aquatic Animal Alliance, una coalición internacional de especialistas dedicada a garantizar que los animales acuáticos utilizados en la industria alimentaria tengan una vida libre de sufrimiento.
Y esta preocupación no está presente sólo en México. En España, donde el gobierno ha autorizado la primera planta de larvas de estos cefalópodos, se han levantado alertas sobre la explotación de estos animales salvajes, cuyas necesidades etológicas y niveles de sufrimiento en cautividad son desconocidos. En la actualidad, sólo los estados de Washington y California en Estados Unidos han aprobado leyes que prohíben la cría de pulpos y la venta de productos derivados de pulpos de granja.
“El pulpo maya es un animal complejo, curioso y que se caracteriza por ser un animal evolucionado que ha desarrollado sofisticados patrones de comportamiento y capacidades cognitivas (evidencia con base en estudios realizados por la propia UNAM). Su cría industrial no sólo compromete seriamente su bienestar y salud, sino que también conlleva riesgos éticos, ambientales y sanitarios. Dadas las graves implicaciones que tendría la escalabilidad de estos sistemas de producción intensiva, tanto para un gran número de pulpos como para la salud pública, es crucial que se prohíba el desarrollo de planes para su cría”, comentó, Walter Sánchez Suárez, veterinario y doctor en comportamiento y bienestar animal de Mercy For Animals.
La campaña No a las granjas de pulpos en México de la Aquatic Animal Alliance liderada por Aquatic Life Institute, con el apoyo de otras organizaciones locales como AnimaNaturalis, Animal Save Movement, Fundación Veg, Mercy for Animals, Te Protejo, entre otras, tiene como objetivo concientizar sobre la sintiencia de estos animales, así como alertar las consecuencias en bienestar animal, ambientales y de salud pública que el avance de estas granjas puede tener en el país.
La UNAM siempre ha estado comprometida con la sostenibilidad y ha sido una orgullosa partidaria de transformar los sistemas de producción e investigación para mejorar la conservación del ambiente. Un proyecto como la granja industrial de pulpos en Sisal resulta contrario a los valores de la máxima casa de estudios del país.
Tras repasar todos los riesgos potenciales a largo plazo que derivan de este proyecto, la postura de las 119 organizaciones firmantes de todo el mundo es instar a la UNAM a finalizar el programa y, en su lugar, pedirle que dirija su enfoque a proyectos que realmente promuevan la conservación del pulpo maya y otras especies.
Fotografía: Cortesía de Aquatic Animal Alliance
















