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La clave para una minería más eficiente y sostenible en México: Energía híbrida


Las estrategias y soluciones de Aggreko se dirigen a optimizar la infraestructura energética con energías renovables y almacenamiento

La industria minera está reconfigurando la forma como gestiona su energía, no sólo por necesidad, también por convicción medioambiental. Las metas de sostenibilidad y los cambios en las expectativas de los inversionistas han llevado a las compañías del sector minero a repensar su infraestructura energética. Más allá del cumplimiento regulatorio, se ha descubierto una oportunidad de operar y producir de forma más eficiente, con menos emisiones y mayor control sobre los costos.

Soluciones híbridas: más que una tendencia

Una de las respuestas más efectivas ha sido la adopción de soluciones energéticas híbridas. Éstas combinan la generación térmica tradicional con fuentes renovables como la solar, integradas a sistemas de almacenamiento en baterías.

“Lejos de ser una tendencia, estas soluciones se están convirtiendo en el nuevo estándar para las operaciones mineras que buscan estabilidad energética, reducción de huella ambiental y continuidad operativa en zonas remotas”, aseguró Mariano Souto, gerente general para México, Centroamérica y el Caribe de Aggreko. Esta integración permite ahorrar en combustible y garantizar un suministro más estable, incluso ante las condiciones climáticas más adversas o los picos de demanda inesperados.

El rol del almacenamiento

El almacenamiento en baterías, por ejemplo, juega un rol crucial. Sirve como respaldo, maximiza el aprovechamiento de la energía renovable al guardar el excedente y lo libera cuando más se necesita. Lo anterior permite que la energía solar, pese a su carácter intermitente, se convierta en una fuente confiable. El almacenamiento reduce la necesidad de encender generadores de diésel constantemente, lo cual se traduce en menores emisiones, menos mantenimiento y una operación más silenciosa.

México tiene la meta de generar el 50 % de su energía a partir de fuentes limpias para 2050, alineada con la Estrategia Nacional de Cambio Climático; y el almacenamiento en baterías será una herramienta vital para lograr ese objetivo.

Desafíos técnicos y oportunidades estratégicas

Este enfoque híbrido también responde a desafíos prácticos. Muchos sitios mineros se encuentran en lugares donde las redes eléctricas no llegan o son inestables. En estos casos, contar con una solución modular y escalable, capaz de adaptarse al crecimiento del proyecto o a los cambios en la demanda energética, marca una diferencia estratégica en la planificación y en los costos operativos a largo plazo.

El camino hacia una minería más limpia no está exento de retos. La integración de tecnologías diversas requiere experiencia, planificación y flexibilidad. Las condiciones extremas de altitud, las partículas de polvo o de temperatura desafían el diseño de las soluciones energéticas. 

Por lo que se necesita una visión estratégica para que la transición energética no implique riesgos −sino oportunidades y beneficios− para la operación. Sin embargo, el mercado ya ofrece herramientas probadas para superar estos obstáculos.

Aggreko: experiencia global, impacto local

Las estrategias y soluciones de Aggreko se dirigen a optimizar la infraestructura energética con energías renovables y almacenamiento. Con esto las operaciones pueden volverse más competitivas, atraer inversión internacional y alinearse con los estándares globales y las mejores prácticas internacionales que ya dominan los mercados.

Para Aggreko, invertir en una infraestructura energética más eficiente es una prioridad ambiental y reputacional, además de una decisión inteligente de negocio. Las soluciones híbridas permiten reducir costos que históricamente han representado hasta un tercio del gasto operativo total, al tiempo que fortalecen la capacidad de respuesta ante interrupciones y aportan claridad frente a las fluctuaciones del precio del diésel.

“México, con su potencial minero y sus recursos naturales, está bien posicionado para aprovechar esta transformación. La transición energética en la minería es una decisión imperante que ofrece beneficios medibles. Para quienes apuestan por ella, el resultado es una operación más sustentable, más robusta y preparada para los desafíos del nuevo entorno energético”, concluyó Souto.

Fotografía: Cortesía de Aggreko / sherlockcomms.com