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Las profundidades marinas deben protegerse, no explotarse


Declaración del DSCC sobre la semana 1 de la reunión del Consejo de la ISA

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos celebrada en Niza hace apenas un mes, el mundo transmitió un mensaje contundente y unido: las profundidades marinas deben protegerse, no explotarse. Presidentes de Francia, Palaos, Costa Rica, Panamá y Chile, junto con científicos, líderes indígenas, la sociedad civil y empresas, pidieron una moratoria a la minería en aguas profundas. El Secretario General de la ONU advirtió que las profundidades marinas no deben convertirse en el “salvaje oeste”.

Sin embargo, en marcado contraste, los Estados miembros de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), reunidos en Jamaica, aún no están poniendo en marcha las salvaguardias que se requieren de inmediato para prevenir la contaminación de las profundidades.

Minería marina desde el principio. En lugar de alinearse con las claras señales políticas de los líderes de la ONUC, las discusiones técnicas siguen asumiendo que la minería en aguas profundas es inminente y aceptable, a pesar de las preocupaciones legales, ambientales y éticas pendientes.

Si no se cuestiona, esta trayectoria legitimará un marco regulatorio inadecuado e incompleto que carece de la base científica necesaria, con el consiguiente riesgo de causar graves daños al medio marino, en contravención de las obligaciones de los Estados en virtud del Artículo 145 de la CNUDM y los compromisos globales en materia de biodiversidad, clima y sostenibilidad de los océanos, como el Marco Mundial para la Diversidad Biológica y el histórico Acuerdo BBNJ.

Un llamado a la acción política y al liderazgo:

Los gobiernos de la ISA no deben permitir que el impulso de Niza se desvanezca en los negocios habitual. Aceptar el Código de Minería en 2025, o aceptar nuevos plazos artificiales para su adopción sería un fracaso político. Ignoraría la incertidumbre científica y los problemas legales no resueltos, brechas, oposición pública y pondría en riesgo el medioambiente y los derechos de las generaciones futuras. Vivir en un planeta saludable está en grave peligro.

El marco regulatorio propuesto:

Carece de una base científica para fijar umbrales ambientales: Miembros de la ISA la propia Comisión Jurídica y Técnica (CJT) ha reconocido que la ciencia, el conocimiento de los ecosistemas de océano abierto y de aguas profundas está lejos de ser suficiente para establecer umbrales e indicadores para prevenir daños al medio ambiente causados por la minería de aguas profundas. Los gobiernos estarían autorizando daños irreversibles, con consecuencias multigeneracionales, consecuencias, sin conocer la escala real de la destrucción.

Congela el daño ambiental durante generaciones: Según el proyecto actual, el contrato minero podría durar más de 50 años sin posibilidad de revisar o fortalecer los términos a menos que los contratistas estén de acuerdo.

Se basa en una futura restauración y rehabilitación teórica y no probada: Las regulaciones se basan en tecnologías futuras hipotéticas para la restauración, aunque las actuales, la ciencia confirma que los ecosistemas de aguas profundas no se pueden restaurar una vez destruidos. Esto permitiría a los contratistas evitar daños ambientales sin ningún problema.

No se puede aplicar de manera efectiva: Incluso si el marco regulatorio fuera efectivo, quedan importantes preguntas pendientes sobre si se podría lograr y cómo. La minería se llevaría a cabo en condiciones extremadamente remotas y hostiles. La ISA ya ha demostrado que ni siquiera es capaz de hacer cumplir adecuadamente la exploración, reglamentos y acuerdos contractuales; por lo tanto, no puede haber confianza en que pueda supervisar y regular adecuadamente la explotación a gran escala, que conlleva riesgos mucho mayores.

No cumple con los estándares internacionales básicos: Análisis independientes han demostrado que las regulaciones no internalizan los costos ambientales ni alcanzan estándares de calidad, protección. Los anexos, normas y directrices críticos siguen incompletos o sin acuerdo, dejar que los gobiernos aprueben un marco esquelético sin conocer los costos totales, términos o riesgos.

Una moratoria es el único camino responsable para garantizar la salud de las profundidades marinas. generaciones futuras. Instamos a los gobiernos a tomar las siguientes medidas:

1) Establecer una moratoria o pausa precautoria en la explotación minera de aguas profundas.

2) Rechazar los esfuerzos para apresurar el desarrollo del código minero hasta que se resuelvan cuestiones críticas de índole jurídica, científica, económica y de equidad.

3) Establecer una Política Ambiental General en la Asamblea de la ISA para cumplir con las obligaciones de la CONVEMAR y establecer un marco claro de gobernanza ambiental.

4) Defender la Convención y el multilateralismo frente a la amenaza de acciones unilaterales. No se debe permitir que las empresas sienten un precedente: es hora de que la ISA tome medidas y demostrar que toma en serio sus obligaciones como administrador de las profundidades marinas.

Los fondos marinos internacionales nos pertenecen a todos, son patrimonio común de la humanidad. Las decisiones que se tomen en la ISA deben reflejar esa responsabilidad compartida, no las demandas de una sola empresa, ni la búsqueda de beneficios a corto plazo.

Fotografía: ©Alexander Semenov